La filosofía Kaizen es un tipo de metodología que vela por la mejora continua. Esta mejora es un cambio beneficioso, que es alcanzado al seguir un procedimiento. Este método se basa en la aplicación sistemática de acciones simples en las que participan todos los miembros de la empresa para detectar los posibles problemas y darles solución. Para que sea posible su implantación, hay que aprender a identificar las demandas de los consumidores, eliminar lo innecesario y optimizar el tiempo, mejorándose así los estándares de productividad, costes y calidad.
Para su consecución, hay que seguir siete pasos fundamentales:
1-. Seleccionar el tema según los objetivos de la compañía: debe ser acorde con los objetivos de la empresa, como pueden ser la calidad, seguridad o incluso la productividad.
2-. Crear el equipo de trabajo: debe ser preferiblemente multidisciplinar y debe estar dirigido por un líder.
3-. Analizar los datos: la información se debe recoger para poder determinar las causas de los problemas existentes y darles solución.
4-. Gembutsu Gemba: significa «ir y ver», es decir, determinar las causas principales del problema de manera presencial.
5-. Plan de contramedidas: los problemas críticos se deben abordar con contramedidas, recogidas en un plan que cuente con su propio calendario.
6-. Seguimiento y evaluación de resultados: el equipo de trabajo debe realizar documentación gráfica para poder monitorizar la evaluación del problema.
7-. Control y registro del problema resuelto: previamente a considerar como resuelto a un problema, hay que realizar un seguimiento de este durante tanto tiempo como sea necesario, y así poder aplicar la solución adoptada en problemas similares que pudieran surgir.
Control de inventarios 
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